• Más del 90% de la energía provendrá de las cinco fuentes renovables de la matriz costarricense, valor agregado para las empresas que operan en el país.

El Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) garantiza el abastecimiento eléctrico para hogares, comercios, instituciones e industrias en 2024, particularmente en los meses que se percibirán, con mayor fuerza, los efectos del fenómeno de El Niño.

Desde inicios de 2023, Costa Rica afronta esta condición, con una reducción drástica de las lluvias en la mayoría de su territorio, y los consecuentes resultados en las actividades productivas, energéticas, agrícolas y de abastecimiento para consumo humano.

Renovabilidad en años secos

Si bien el Sistema Eléctrico Nacional (SEN) –conocido por su estabilidad, su diversidad y sus altos porcentajes renovables– está diseñado para afrontar estas condiciones, el agua que llega a las hidroeléctricas del ICE, de las distribuidoras de electricidad y de los generadores privados, ha disminuido hasta 70% en comparación con los niveles históricos.

Por ello, el ICE reforzó la participación de otras fuentes firmes (como la geotermia y el respaldo térmico) y aprovecha al máximo la disponibilidad de las fuentes variables (como el sol, el viento y la biomasa).

Esta planificación oportuna, consciente y pensada en los clientes, permite contar con electricidad basada en recursos renovables las 24 horas de los 365 días del año, con la misma calidad, sin apagones y con tarifas competitivas.

Demanda eléctrica garantizada

Costa Rica no ha padecido desabastecimientos ni los afrontará de continuar la tendencia actual de las lluvias. Sin embargo, los efectos de El Niño –desde el sector eléctrico– deben atenderse con anticipación, oportunidad y celeridad.

Aunque la generación limpia nacional supera el 94% en 2023 y proyecta mantenerse similar en 2024, el ICE decidió alquilar, de forma preventiva, 150 megavatios de respaldo térmico adicional, que reforzarán al sistema en los próximos dos veranos.

Además, optimizó el manejo de sus embalses, para almacenar la mayor cantidad de agua en meses húmedos y emplearla en meses secos. Todas las plantas del país trabajan y seguirán produciendo la energía requerida por la nación.

“Con seguridad, podemos decirle a Costa Rica que continuaremos cumpliendo el mandato constitutivo de brindar un servicio eléctrico continuo y de calidad, con una matriz renovable y al menor costo posible. Ni el país ni el ICE renunciaron ni renunciarán al liderazgo mundial en generación eléctrica renovable”, indicó Roberto Quirós, gerente de Electricidad del ICE.

El Instituto promueve bloques de energía solar y eólica para la construcción de nuevas plantas durante los próximos dos años. También habilitó la recepción de solicitudes de interconexión de generación distribuida, basada en procedimientos temporales creados por el mismo Instituto, a la espera de la definición de todos los elementos regulatorios.