• Hace 8 años se alertó sobre el riesgo del colapso de Puerto Caldera.
• El 2024 es un año crítico para la operación del Puerto y tomar decisiones urgentes para lograr un cambio significativo antes del 2030.

Lunes 22 de abril de 2024 – La Cámara de Industrias de Costa Rica (CICR) hace un llamado urgente a dar a Puerto Caldera una correcta dimensión en el contexto nacional, ya que la afectación de su operación impacta la competitividad del país, a las empresas y a todos los habitantes de Costa Rica.

“Desde la CICR reconocemos que se han dado pasos decisivos para contar con una nueva concesión en 2026, y para finalizar la conciliación entre el Instituto Costarricense de Puertos del Pacífico (INCOP) y la actual empresa concesionaria de Puerto Caldera, pero también hacemos un llamado a que estas acciones se traduzcan en resultados tangibles para el sector productivo y la competitividad del país en el corto plazo”, dijo Sergio Capón, presidente de la Cámara de Industrias de Costa Rica (CICR).

Puerto Caldera se construyó hace más de 40 años y al darlo en concesión el país optó por un modelo de administración de las obras existentes en lugar de uno de modernización de la infraestructura. Por lo que, con la salvedad de la construcción del muelle 4 en 2006, el Puerto no ha tenido inversiones significativas más allá del mantenimiento; por eso hace casi 10 años se comenzó a advertir del inminente colapso del Puerto.

El Puerto ha llegado a operar a más de un 100% de saturación con picos de hasta 160%. Se mantiene un porcentaje de ocupación de 95% en línea de atraque y de 100% en el patio. Cuando un puerto no debería estar a más de 60% de saturación para poder operar de manera eficiente. Además, desde 2022 el tiempo y el costo de operar por Caldera aumentó de manera significativa al implementar medidas que fueron absorbidas por el sector productivo del país.

Según informó la Corporación Financiera Internacional del Banco Mundial, el equipo especializado a cargo del proceso para la nueva concesión está tomando medidas concretas para fortalecer la capacidad de fiscalización del INCOP en la futura concesión, así como herramientas sólidas en el contrato que permitan velar por los más altos estándares en la productividad del Puerto. Además, la nueva concesión considerará una proyección de crecimiento a 30 años de los distintos tipos de carga que maneja el Puerto. Por ejemplo, para 2034 Puerto Caldera podría estar manejando, solo en carga contenerizada, 700 mil teus al año, más del doble del volumen actual.

“El país requiere una hoja de ruta clara que contemple qué obras se pueden hacer antes de que inicie la nueva concesión, cuánto valen estas obras y cómo las vamos a hacer una realidad. No podemos esperar al 2025 para decidir y actuar, cuando teníamos que haber actuado hace casi diez años. En el escenario más positivo, tendremos una nueva concesión en agosto 2026, y nuevas obras en 2030. No podemos esperar más, requerimos la implementación de un plan paliativo antes de que se materialice la nueva concesión, concluyó Sergio Capón.