2 de mayo 2022: El Gobierno de Carlos Alvarado asumió el compromiso con algunas reformas importantes y necesarias, sin embargo, dejó grandes deudas, en momentos en que el país requería un liderazgo para la reactivación económica y generación de empleo.

En la administración Alvarado Quesada se avanzó en importantes medidas de política como lo fue la aprobación de la Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas, -que incluye la transformación del IVA y la aprobación de la Regla Fiscal-, así como la reciente aprobación de la Ley Marco de Empleo Público, leyes necesarias para darle sostenibilidad a las finanzas públicas.

Aunque no fueron iniciativas del Poder Ejecutivo, cabe mencionar algunas otras leyes importantes en las que el Gobierno facilitó su aprobación, por ejemplo, la Ley para la Regulación de las Huelgas, Reforma a la Ley del INA, Ley para Regular el Teletrabajo y la Ley de Formación Dual, para algunas de estas está pendiente su implementación. Se debe tomar en cuenta en esta valoración que este Gobierno operó durante dos años y dos meses en el marco de la pandemia del Covid-19.

En el balance, tenemos que señalar que el Poder Ejecutivo no tuvo un liderazgo fuerte y consistente para la recuperación económica y generación de nuevos empleos, bajo una ruta clara de acciones que impulsaran la competitividad país. Desde la perspectiva del sector productivo, consideramos que está pendiente una verdadera simplificación de trámites, avances en infraestructura (con situaciones críticas a nivel de los puertos que se ha complicado más con el “hackeo” cibernético en Aduanas), es crucial una mayor conectividad y la liberación del espectro 5G; tampoco se avanzó en una reforma profunda y urgente del sistema educativo, cuyas graves falencias fueron evidenciadas y agravadas por la Pandemia del Covid-19.

Se lograron tímidos avances, y en algunos casos no sostenidos, en la mejora de las tarifas eléctricas, con políticas, pero no con leyes que cambien estructuralmente el sistema eléctrico nacional hacia la eficiencia y reducción de costos. En el campo de los combustibles no se facilitó la búsqueda de alternativas como el gas natural, por el contrario se obstaculizó su importación.

Adicionalmente, no hubo liderazgo que permitiera alcanzar consenso en el plano legislativo en varios proyectos de ley como por ejemplo la aprobación de la Ley de Jornadas Extraordinarias,  elemento esencial para la sostenibilidad y creación de empleo en el país.

Esperamos que el nuevo gobierno que en los primeros tres meses tiene la oportunidad de definir la convocatoria de proyectos de ley que se discutirán en la Asamblea Legislativa, considere la agenda de competitividad como prioritaria de modo que se avance en el crecimiento económico y la generación de empleo.

Por ello, nos ponemos a disposición del nuevo gobierno para trabajar en esa agenda de competitividad en temas como: empleabilidad; tarifas eléctricas y de combustibles competitivas; infraestructura; mejora regulatoria; comercio exterior; ciencia tecnología e innovación; fomento de la inversión y los encadenamientos productivos y control de gasto público.